SAGRADA FAMILIA.

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FELIZ NAVIDAD 2020 !! Y UN BUEN AÑO 2021!! SAGRADA FAMILIA, JESUS, MARIA Y JOSE.

SOCIAL CRISTIANOS.

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lunes, 30 de diciembre de 2013

CALCULANDO LA NAVIDAD.

CALCULANDO LA NAVIDAD.


La auténtica historia del 25 de diciembre.



La opción del 25 de diciembre es el resultado de los intentos realizados por los primeros cristianos para averiguar la fecha de nacimiento de Jesús.


No fueron los cristianos quienes asumieron una fiesta pagana, sino al revés. Recuperamos un artículo muy útil en estas fechas.

Muchos cristianos creen que el cristianismo celebra el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre porque los padres de la Iglesia se apropiaron de la fecha de un festival pagano. Casi nadie da importancia a este hecho, excepto algunos grupos marginales de evangélicos americanos, que parecen interpretar que ello convierte a la Navidad en un festival pagano.

Sin embargo, resulta interesante saber que la opción del 25 de diciembre es el resultado de los intentos realizados por los primeros cristianos para averiguar la fecha de nacimiento de Jesús, basándose en cálculos de calendario que nada tenían que ver con los festivales paganos.

Fue más bien al contrario, ya que el festival pagano del "Nacimiento del Sol Invicto", instituido por el emperador romano Aurelio el 25 de diciembre de 274, fue casi con toda certeza un intento de crear la alternativa pagana a una fecha que ya gozaba de cierta importancia para los cristianos romanos. Así pues, "los orígenes paganos de la Navidad" son un mito sin fundamento histórico.


Un error.


La idea de que la fecha fue sacada de los paganos se remonta a dos estudiosos de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Paul Ernst Jablonski, un protestante alemán, pretendía demostrar que la celebración del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre era una de las muchas "paganizaciones" del cristianismo que la Iglesia del siglo IV había adoptado, como una de las muchas "degeneraciones" que habían transformado el cristianismo apostólico puro en catolicismo.

Dom Jean Hardouin, un monje benedictino, intentó demostrar que la Iglesia católica había adoptado festivales paganos para fines cristianos sin paganizar el Evangelio. En el calendario juliano, creado en el año 45 a.C. bajo Julio César, el solsticio de invierno caía en 25 de diciembre y, por tanto, a Jablonski y a Hardouin les pareció evidente que esa fecha debía haber contenido obligatoriamente un significado pagano antes de haber sido cristiano.

Pero, en realidad, la fecha no había tenido ningún sentido religioso en el calendario festivo pagano en tiempos anteriores a Aurelio, y el culto al sol tampoco desempeñaba un papel importante en Roma antes de su llegada.

Había dos templos del sol en Roma. Uno de ellos (mantenido por el clan en el que nació o fue adoptado Aurelio) celebraba su festival de consagración el 9 de agosto, y el otro el 28 de agosto. Sin embargo, ambos cultos cayeron en desuso en el siglo II, en que los cultos solares orientales, como el mitraísmo, empezaron a ganar adeptos en Roma. Y en cualquier caso, ninguno de estos cultos, antiguos o nuevos, tenían festivales relacionados con solsticios o equinoccios.

Lo que ocurrió realmente fue que Aurelio, que gobernó desde el año 270 hasta su asesinato en 275, era hostil hacia el cristianismo, y está documentado que promocionó el establecimiento del festival del "Nacimiento del Sol Invicto" como método para unificar los diversos cultos paganos del Imperio Romano alrededor de una conmemoración del "renacimiento" anual del sol. Lideró un imperio que avanzaba hacia el colapso, ante las agitaciones internas, las rebeliones en las provincias, el declive económico y los repetidos ataques por parte de tribus germanas por el norte y del Imperio Persa por el este.

Al crear esa nueva festividad, su intención era que el día 25, en el que comenzaba a alargarse la luz del día y a acortarse la oscuridad, fuera un símbolo del esperado "renacimiento" o eterno rejuvenecimiento del Imperio Romano, que debía ser el resultado de la perseverancia en la adoración de los dioses cuya tutela (según creían los romanos) había llevado a Roma a la gloria y a gobernar el mundo entero. Y si podía solaparse con la celebración cristiana, mejor aún.


Una consecuencia


Es cierto que la primera prueba de una celebración cristiana en 25 de diciembre como fecha de la Natividad del Señor se encuentra en Roma, algunos años después de Aurelio, en el año 336 d.C., pero sí hay pruebas del Este griego y del oeste latino donde los cristianos intentaban averiguar la fecha del nacimiento de Cristo mucho antes de que lo empezaran a celebrar de una forma litúrgica, incluso en los siglos II y III. De hecho, las pruebas indican que la atribución a la fecha de 25 de diciembre fue una consecuencia de los intentos por determinar cuándo se debía celebrar su muerte y resurrección.

¿Y cómo ocurrió todo esto? Parece haber una contradicción en la fecha de la muerte del Señor entre los Evangelios Sinópticos y el Evangelio de Juan. Los sinópticos la situarían en la Pascua de los judíos (después de la Última Cena la noche anterior), mientras que Juan la describiría en la Víspera de la Pascua, en el momento en que los corderos eran sacrificados en el Templo de Jerusalén para el ágape que tendría lugar después de la salida del sol ese mismo día.

La solución a esta cuestión implica contestar a la pregunta de si la Santa Cena fue un ágape pascual o una cena que tuvo lugar un día antes, lo cual no estudiaremos aquí. Basta con decir que la primitiva Iglesia siguió a Juan y no a los sinópticos y, por tanto, creyó que la muerte de Cristo había tenido lugar el 14 Nisán, de acuerdo con el calendario lunar judío.

Por cierto, los estudiosos modernos se muestran de acuerdo con que la muerte de Cristo podría haber tenido lugar en el año 30 o en el 33 d.C., ya que éstos son los únicos años de esa época en los que la Vigilia de Pascua podían haber caído en viernes. Las posibilidades son, por tanto, el 7 de abril del 30 o el 3 de abril del 33.

Sin embargo, dado que la Iglesia primitiva fue forzosamente separada del judaísmo, entró en un mundo de calendarios distintos y tuvo que instaurar sus propios momentos para celebrar la Pasión del Señor, en parte también para independizarse de los cálculos rabínicos de la fecha de Pascua. Por otra parte, como el calendario judío era un calendario lunar que constaba de 12 meses de 30 días cada uno, cada pocos años debía añadirse un mes decimotercero por un decreto del Sanedrín, para mantener el calendario sincronizado con los equinoccios y los solsticios, así como para evitar que las estaciones se fueran "desviando" hacia meses inapropiados.

Aparte de la dificultad que debieron tener los cristianos en investigar, o quizás en ser bien informados sobre las fechas pascuales en un determinado año, el hecho de seguir un calendario lunar diseñado por ellos habría dispuesto en su contra tanto a judíos como a paganos, y seguramente también les habría sumido en inacabables disputas entre sí mismos.

El siglo II vio fuertes disputas sobre si la Pascua tenía que caer siempre en domingo o en cualquier día de la semana dos días después del 14 Artemision/Nisán, pero haber seguido un calendario lunar no habría hecho más que agravar estos problemas.

Estas divergencias eran interpretadas de distintas maneras entre los cristianos griegos de la parte oriental del imperio y los cristianos latinos en la parte occidental del mismo. Parece ser que los cristianos griegos quisieron encontrar una fecha equivalente a su 14 Nisán en su propio calendario solar y, dado que el Nisán era el mes en el que tenía lugar el equinoccio de primavera, eligieron el día 14 de Artemision, el mes en el que el equinoccio de primavera caía invariablemente en su propio calendario.
Alrededor del 300 d.C., el calendario griego fue solapado por el romano y, como las fechas de principio y final de los meses en estos dos sistemas no coincidían, el 14 Artemision se convirtió en el 6 de abril.

No obstante, parece que los cristianos latinos del siglo II en Roma y África del norte querían establecer la fecha histórica en la que murió Jesús. En la época de Tertuliano [c.155 -220 d.C.] habían concluido que murió en viernes, 25 de marzo del 29. Como nota aparte, debo hacer constar que ello es imposible: el 25 de marzo del 29 no cayó en viernes, y la Víspera de Pascua judía en el 29 d.C. no caía en viernes ni en 25 de marzo, ni siquiera en el mes de marzo.


Edad Integra.


Así pues, en el este, tenemos el 6 de abril y, en el oeste, el 25 de marzo. Llegados a este punto, debemos introducir una creencia que parece ser que se propagó en el judaísmo en el tiempo de Cristo, pero la cual, como no aparece en la Biblia, no han tenido presente los cristianos. Se trata de la "edad integral" de los grandes profetas judíos: la idea de que los profetas de Israel murieron en la misma fecha que la de su nacimiento o concepción.

Este conocimiento es un factor clave a la hora de entender por qué algunos de los primeros cristianos llegaron a la conclusión de que el 25 de diciembre fue la fecha del nacimiento de Jesucristo. Los primeros cristianos aplicaron esta idea a Jesús, con lo que el 25 de marzo y el 6 de abril no sólo eran las supuestas fechas de la muerte de Jesús, sino también las de su concepción o nacimiento. Existe alguna prueba fugaz de que al menos algunos cristianos en los siglos I y II consideraron el 25 de marzo y el 6 de abril como la fecha del nacimiento de Cristo, pero rápidamente prevaleció la asignación del 25 de marzo como la fecha de la concepción de Cristo.

Y es en este día, conmemorado casi universalmente entre cristianos como la Fiesta de la Anunciación, cuando el Arcángel Gabriel llevó la Buena Nueva de un salvador a la Virgen María, con cuyo consentimiento la Palabra de Dios ("Luz de Luz, Dios verdadero del Dios verdadero, nacido del Padre antes de todos los tiempos") se encarnó en su vientre. ¿Cuánto dura un embarazo? Nueve meses. Si contamos nueve meses a partir del 25 de marzo, es 25 de diciembre; si es a partir del 6 de abril, tenemos el 6 de enero. El 25 de diciembre es Navidad y, el 6 de enero, es la Epifanía.

La Navidad (el 25 de diciembre) es una fiesta de origen cristiano occidental. Parece que en Constantinopla fue introducida en el año 379 ó 380. De un sermón de San Juan Crisóstomo, que en su época fue un renombrado asceta y predicador en su nativa Antioquía, parece que ahí la fiesta se celebró por primera vez el 25 de diciembre del 386. Desde esos centros, se esparció por todo el Oriente cristiano y se adoptó en Alejandría alrededor del 432, mientras que en Jerusalén se asumió un siglo o un poco más después. Los armenios, solos entre las Iglesias cristianas antiguas, nunca la adoptaron, y hasta hoy llevan celebrando el nacimiento de Cristo, la adoración de los Reyes y el bautismo el 6 de enero.

Por su parte, las Iglesias occidentales fueron adoptando gradualmente la celebración de la Epifanía del este el 6 de enero, y Roma lo hizo entre el 366 y el 394. Pero en Occidente, esta festividad se presentaba normalmente como la conmemoración de la visita de los Reyes Magos al niño Jesús y, como tal, era una fiesta importante, pero no una de las más determinantes. Ello provocaba un fuerte contraste con la posición de la Iglesia oriental, donde sigue siendo la segunda fiesta más importante de la iglesia después de la Pascua.

En Oriente, la Epifanía es mucho más importante que la Navidad. La razón es que la festividad también celebra el bautismo de Cristo en el Jordán y el momento en que la Voz del Padre y el Descenso del Espíritu Santo manifestaron por primera vez a los mortales la divinidad del Cristo Encarnado y la Trinidad de las 3 Personas en un solo Dios.


Una fiesta cristiana.


Así pues, parece que el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo no está en absoluto en deuda con las influencias paganas en las prácticas de la Iglesia durante o después del tiempo de Constantino. Es totalmente improbable que fuera la fecha exacta del nacimiento de Cristo, pero surgió estrictamente de los esfuerzos de los primeros cristianos latinos para averiguar la fecha histórica de la muerte de Cristo.

En cambio, la fiesta pagana que instituyó el emperador Aurelio en esa fecha, en el año 274, no sólo fue un esfuerzo para utilizar el solsticio de invierno con el objetivo de hacer una declaración política, sino que, casi con toda certeza, fue también un intento de dar un sentido pagano a una fecha ya importante para los cristianos romanos. A su vez, los cristianos podrían más tarde volver a adoptar la fiesta del "Nacimiento del Sol Invicto" para referirse, en memoria del nacimiento de Jesús, a la ascensión del "Sol de la Salvación" o el "Sol de la Justicia".

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William J. Tighe, corresponsal de TOUCHSTONE y profesor adjunto de la Universidad de Muhlenberg. Para los interesados, recomienda la lectura de Los Orígenes del Año Litúrgico de Thomas J. Talley.
Autor: William J. Tighe | Fuente: http://www.forumlibertas.com

LA NAVIDAD.

LA NAVIDAD.


La Navidad, su verdadero significado.


En estos días nuestro mundo está sumergido en una vorágine mercantilista que poco tiene de cristiano, recordemos el verdadero significado de la Navidad y preparemos nuestros corazonez como un pesebre adecuado para que Nuestro Señor repose en él.

La fiesta de Navidad fue instituida por la Iglesia en el siglo IV y es originaria de la Iglesia latina y más propiamente de la Sede Apostólica de Roma.

Por falta de documentos exactos sobre el nacimiento de nuestro Señor, no existe una certeza absoluta acerca del año, que algunos escritores sagrados y profanos señalan entre el 747 y 749 de la fundación de Roma (del 7 al 5 A.C.), y del día, que han hecho oscilar entre el 25 de marzo y el 17 de diciembre.

Hay pruebas del este griego y del oeste latino donde los cristianos intentaban averiguar la fecha del nacimiento de Cristo mucho antes de que lo empezaran a celebrar de una forma litúrgica, incluso en los siglos II y III. De hecho, las pruebas indican que la atribución a la fecha de 25 de diciembre fue una consecuencia de los intentos por determinar cuándo se debía celebrar su muerte y resurrección.



EL 25 DE DICIEMBRE Y LA NAVIDAD.


La Navidad se celebra el 25 de diciembre, Navidad no es el 24 de diciembre, es TODO el 25 de diciembre. Eso sí: Navidad NO ES LA CELEBRACION DE UNA FECHA, SINO DE UN HECHO, el nacimiento del Salvador, evento absolutamente decisivo en la historia de la salvación. Es entonces una conmemoración del significado de ese hecho. Se lee en las profecías:
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: "Consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, príncipe de la Paz." (Is 9, 5)
Ese hecho fue de tal magnitud que todo el cielo lo celebró:
De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: "Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia". (Lc 2, 13-14)
Nosotros, los beneficiados con este hecho, tenemos no solamente motivos sino una verdadera obligación de celebrarlo.

Como lo importante es el significado, todo lo anterior se resume en que debemos ser conscientes de que hubo un día en el que Dios encarnado llegó a nuestras vidas, las cuales deben estar listas para fructificar bajo su luz ("Yo soy la luz del mundo" dijo Jesús en Jn 8, 12), de aquí que la temporada de adviento sea de penitencia y reflexión (ese es el sentido del color morado en los trajes de los sacerdotes en las misas, el mismo color de la cuaresma). Como dijo el Santo Padre Juan Pablo II:
"Jesús nace para la humanidad que busca libertad y paz; nace para todo hombre oprimido por el pecado, necesitado de salvación y sediento de esperanza."


LA NAVIDAD CRISTIANA Y LA NAVIDAD CONSUMISTA.



Navidad es una fiesta que está bajo un ataque tremendo en estos últimos tiempos. Santa Claus ha tomado el lugar de Jesús-niño y el mall o el centro comercial ha tomado el lugar del templo. Que triste que el Domingo antes de Navidad los estacionamientos de las Iglesias estén vacíos y en los centros comerciales sea una hazaña encontrar un lugar donde estacionar el automovil. Dice la Palabra de Dios:"Donde está tu tesoro, allí está tu corazón" (Mat.6:21) ¿Dónde está tu corazón? ¿En un centro comercial?…. ¿Cuando llegue la tribulación a tu vida, a donde vas a ir a buscar consuelo y paz? ¿Al centro comercial?

Navidad es una fiesta de cumpleaños donde se le compran regalos a todos menos al niño que se festeja. Donde se hace una fiesta y no se invita al homenajeado, donde hoy -tristemente- se trata de que no se mencione el nombre del niño que nació, su nombre es Jesús.

El Apóstol Pablo, un hombre que un día fue su enemigo y que se rindió a El, dice que: frente a ese nombre se doblará toda rodilla en el cielo, en la tierra, y hasta en el infierno y a este "nombre sobre todo nombre" lo queremos borrar de nuestras vidas.

Para más confusión y desconsuelo en los últimos años, hemos visto surgir ciertos lideres de distintas denominaciones cristianas que se han sumado a la campaña de enemigos de la Navidad. Ellos, desde estaciones radiales gritan: ¡Es una fiesta pagana!, y basan su "guerra santa" contra la celebración del nacimiento de Jesús, en la creencia de que en la antigua Roma ese día la fiesta del "sol invicto"... al diablo no le faltan "casualidades". Otros estudiosos de la Palabra de Dios reclaman que Jesús no nació en esta fecha y proponen como solución al tema el olvidarse de esta fiesta. Pobres predicadores que quieren privar al cristianismo de lo más hermoso de Aquel que le dio vida, la sensibilidad.

Para los que unen sus fuerzas con el enemigo aclaremos algunos puntos:

Los cristianos no celebramos fechas, celebramos hechos. Nosotros nos alegramos y celebramos el hecho de Aquel que no cabe en el universo quiso nacer de una virgen en este pequeño planeta del inmenso universo para reconciliar al hombre con su Creador.

Como todo hecho neotestamentario, la Navidad tiene precedencia bíblica. Inclusive, el día 25 de Diciembre ya era celebrado en el antiguo pacto.

En 1 Macabeos 4, 52-53 leemos:
"52 El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al despuntar el alba y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían erigido"
Obviamente los no católicos no incluyen este libro en su canon, no lo consideran libro de inspiración divina, pero no pueden negar su valor histórico.

Judas Macabeo y sus hermanos ordenaron a los sacerdotes que purificaran el santuario y echaran fuera el altar profanado. En su lugar se edificó un nuevo altar y en la madrugada del 25 de Quisleu, correspondiente a nuestro mes de diciembre, fue consagrado. La fachada del templo fue adornada, se encendieron luces y fue grande la alegría en el pueblo.

También en la madrugada del 25 de quisleu, los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús. Así como el altar profanado fue echado fuera y se construyó un altar nuevo, así también el sacrificio antiguo y una ley profanada por preceptos humanos fueron anulados con el nacimiento del Mesías y un nuevo altar con un sacrificio perfecto fue instaurado para regocijo y salvación de toda la humanidad.

Este es el verdadero sentido de la Navidad, cuyo centro es Jesús y no un evento comercial o una fiesta pagana. Rescatemos la Navidad para Cristo y cantemos con los ángeles de Belén: "Gloria a Dios en las alturas y Paz en la tierra a los hombres que confían en Él."

¿Hemos de limitarnos a llenarnos de signos exteriores, como hermosos adornos, guirnaldas y enormes árboles de navidad?, ¿hemos de limitarnos a servir opulentas cenas y entregar costosos regalos?, ¿hemos de limitarnos a arreglarnos y vestirnos lo mejor que podamos?, todo eso tan sólo son adornos para el exterior.

Recordemos lo que el Señor Jesús nos dijo:
"Cuiden de ustedes mismos, no sea que la vida depravada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso..." Lucas 21, 34

"¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes son como sepulcros bien pintados, que se ven maravillosos, pero que por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre. Ustedes también aparentan como que fueran personas muy correctas, pero en su interior están llenos de falsedad y de maldad. " (Mt 23, 27-28)

"El Señor le dijo: "Así son ustedes, los fariseos. Ustedes limpian por fuera las copas y platos, pero el interior de ustedes está lleno de rapiñas y perversidades. ¡Insensatos! " (Lc 11, 39-40)
La dureza de la expresión es significativa, porque el que se concentra tan sólo en lo exterior, está irrespetando a Dios, siendo que lo sensato es preparar nuestro corazón para que el Señor venga, hacer renovación de nuestro interior, renovación que no es posible sin el Señor. Por eso pide el salmista:
"Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu." (Sal 51, 12)
Y es que el Señor no rechaza el corazón que se convierte honestamente:
"Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré, pues no desdeñas a un corazón contrito." (Sal 51, 19)
En fin, que esta temporada de Adviento camino de la Navidad, y la Navidad misma, sean ocasión especial para que el Señor nos regale un corazón sensato:
"Enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato." (Sal 90, 12)

"Les daré un corazón nuevo y pondré en su interior un espíritu nuevo. Quitaré de su carne su corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Así caminarán según mis mandamientos, observarán mis leyes y las pondrán en práctica; entonces serán mi pueblo y yo seré su Dios." (Ez 11, 19-20)
Así es que tiene sentido la Navidad. Así es que tienen sentido los adornos y las celebraciones, pero en la sencillez que gusta al Señor que es la que conviene a nuestra naturaleza y todo como testigos de una realidad eterna y no pasajera.

Que esta Navidad sea otra ocasión para el nacimiento de Jesús pero en nuestro corazón, lo que supone que nazcamos a la nueva vida como El mismo nos lo enseñó:
"En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba". Nicodemo le dijo: "¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al vientre de su madre para nacer otra vez?" Jesús le contestó: "En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu". (Jn 3, 4-6)

Autor: . | Fuente: apologeticauniversal.blogspot.com/

viernes, 6 de septiembre de 2013

EL TOMISMO EN LAS ENCICLICAS SOCIALES. SEGUNDA PARTE.

EL TOMISMO EN LAS ENCICLICAS SOCIALES. SEGUNDA PARTE.

FRANCIA.

Respecto a Francia vamos a mencionar a Lacordaire y Ozanam.
En el año 1835 Lacordaire es nombrado el predicador de cuaresma en la catedral de Notre Dame, en París y en este cargo permanece hasta el año 1851, con la excepción de los años de su noviciado, cuando entra, en 1837, en la Orden de Santo Domingo, en Italia. Los años de noviciado son para él los años de profundización de la filosofía y de la teología de Santo Tomás. Volviendo a predicar en la catedral de Notre Dame en París, en 1843, Lacordaire trata casi todos los temas sociales de actualidad a la luz del pensamiento tomista. Así, durante los once años, en la primera mitad del siglo XIX, casi cincuenta años antes de la publicación de la encíclica Rerum Novarum, en las 73 conferencias, predicadas en el principal templo de Francia, en la catedral de Notre Dame, se formulaba, a la luz del tomismo, la moderna doctrina social de la Iglesia.

Federico Ozanam (1813-1853), nacido en Milán, pertenece al grupo de los iniciadores forjadores de la moderna doctrina social de la Iglesia en Francia, destacándose especialmente en el campo de la caridad. Muy precoz, en su temprana juventud es asiduo lector de San Agustín y de Santo Tomás. A la edad de veinte años, todavía estudiante universitario junto con sus compañeros, funda la famosa institución de caridad las Conferencias de San Vicente de Paul (1833).

Al mismo tiempo, el grupo de Ozanam, en otro plano, el parlamentario, sale con las iniciativas legislativas. Para estos fines fundan la Sociedad de la Economía Caritativa, compuesta por economistas, parlamentarios y moralistas. Su finalidad es el estudio de los problemas sociales y la elaboración de los proyectos de leyes sociales. (...)

ALEMANIA.

La más seria y la más efectiva contribución para la elaboración de la moderna doctrina social de la Iglesia, a base del tomismo, en la primera mitad del siglo XIX, viene de parte del obispo alemán Ketteler. Además su doctrina recibe una completa aprobación oficial de parte de la Santa Sede, pues casi en su totalidad está incorporada en la encíclica Rerum Novarum y, por esta razón, a ella conviene dedicar más espacio que a las demás.
Wilhelm Emmanuel Graf von Ketteler (1811-1877), nace en una familia aristocrática protestante (...) viene la conversión al catolicismo y la vocación sacerdotal. Ketteler entra en el Seminario, estudia filosofía y teología y especialmente el pensamiento de Santo Tomás. A la edad de 33 años es ordenado sacerdote...después de 6 años del trabajo sacerdotal es consagrado obispo de Maguncia (Meinz), en el año 1850. Toma parte en la vida política, primero como diputado al parlamento local, en Frankfurt y después como diputado al Reichstag. Es muy activo en el Concilio Vaticano I. Durante veinte años es el principal orador sobre los temas de moral social con ocasión de los Katholikentage (Las Jornadas Católicas). (...) El Papa León XIII le llamó su precursor.

El pensamiento de Ketteler podemos reducirlo a los puntos siguientes:
1. La causa principal de todos los males sociales de nuestros tiempos es el Liberalismo; el Socialismo y el Comunismo son los “frutos amargos” del Liberalismo.
2. El problema más grave, que exige una radical e inmediata solución, es el carácter proletario de los obreros.
3. La solución de la “cuestión obrera” puede venir sólo por la justa remuneración del trabajo, que consiste en un salario vital, familiar y que permita el ahorro; por el salario vital hay que entender un salario que permita al trabajador una vida sana y digna del ser humano; por “familiar” hay que entender una remuneración que permita al trabajador mantener su familia (de esta manera se soluciona el problema del trabajo de las mujeres-esposas-madres fuera del hogar y de los niños); además la justa remuneración es la que permite al trabajador honesto y económico el ahorro, como único camino a la propiedad, sin la cual el obrero sería obligado de permanecer en su estado de proletario.
4. La propiedad privada es la base de la libertad, de la vida familiar y el orden social; todos deberían ser propietarios.
5. Hay que volver al concepto cristiano de la propiedad privada; es decir, una propiedad limitada, a la cual es intrínseca la función social.
6. Es necesaria la promulgación de una vasta legislación social; sobre la remuneración; sobre las condiciones del trabajo; las horas del trabajo; sobre el descanso; sobre el trabajo de la mujer; sobre el trabajo de los niños; sobre los sindicatos y las asociaciones.
7. Hay que reconocer la autoridad y la vigencia de la Ley Natural como base de toda la vida social y política.
8. Hay que respetar el principio de la participación, en todos sus aspectos: social, económico, político y cultural.
9. El Estado debería respetar el principio de subsidiariedad (no usa este término, pero sí habla de la función supletiva del Estado), rechazando tanto el concepto del Estado policial (Polizeistaat), como el concepto del Estado-guardián (Nachtwachterstaat).

A estos puntos se puede reducir la doctrina de Ketteler, expuesta en sus predicaciones y homilías, en sus discursos en los Parlamentos, en sus discursos con ocasión de los Kathalikentage y en sus escritos. El mismo presentó su doctrina en esta forma resumida en su famoso discurso pronunciado en Offenbach (1869), que pasó a la historia bajo el nombre de la Carta Magna del movimiento obrero cristiano. Este programa, básicamente presentado por Ketteler en el año 1848 (es decir, el año del nefasto Manifiesto Comunista de Marx), pasó casi íntegramente a la encíclica Rerum Novarum, a la cual el Papa Pío XI, en la encíclica Quadragesimo Anno, llamó la Carta Magna de los obreros, repitiendo el nombre que espontáneamente fue puesto a la doctrina de Kettler.

Es muy significativo que en el mismo año 1848 se formulan estas dos soluciones opuestas: la de la doctrina social de la Iglesia, formulada por Ketteler y la del Socialismo y del Comunismo, formulada por Karl Marx. La primera ve la solución de la “cuestión obrera” en la desproletarización de la clase obrera, mientras que la segunda, la de Marx, ve la solución en la completa proletarización de toda la sociedad, quitando la propiedad privada a todos, por la supresión de la misma institución de la propiedad privada.

Las encíclicas sociales son tomistas no solamente porque con frecuencia recurren al tomismo y se basan en el pensamiento tomista, sino también porque acogen y hacen suya la moderna doctrina social de la Iglesia, elaborada por los tomistas de la primera mitad del siglo XIX, especialmente por Liberatore, Lacordaire y Ketteler.
En los siglos XIX y XX, frente a los errores metafísicos y teológicos y sus consecuencias en las doctrinas sociales, económicas y políticas, las encíclicas sociales defienden por una parte las tradicionales posiciones del pensamiento cristiano, es decir, del pensamiento tomista y, por otra parte, a base de esta philosophia perennis, formulan las nuevas exigencias étnicas.

El tomismo, en su tiempo, reconcilió la razón con la Fe, lo natural con lo sobrenatural, al hombre con la sociedad, lo económico con lo moral, la Ley Natural con la Revelación, al empresario con el trabajador y, prácticamente, a base de estas reconciliaciones, elaboró los principios morales del orden social, económico y político, fundado en el concepto de la dignidad de la persona humana y del bien común; en el concepto de la sociedad como un cuerpo moral, a base de la analogía con el cuerpo-organismo biológico; compuesta por las personas con destino eterno y por eso la sociedad humana debería también glorificar a Dios, por su misma existencia, por su estructura armoniosa, jerárquica, orientada hasta Dios, dando en todo siempre la prioridad a los valores espirituales, revelados y enseñados por Cristo, pues Cristo, por derecho propio, es el Rey de la sociedad humana, siendo su Redentor e Intermediario entre toda la creación y el Creador, el Dios Padre.
De esta manera, también en las encíclicas sociales la Iglesia hace suya la doctrina de Santo Tomás -Thomae doctrinam Ecclesia suam fecit en las encíclicas sociales- y si es así, la presencia del tomismo en la oficial doctrina social de la Iglesia exige un método definido respecto a las interpretaciones de las distintas expresiones y frases de los textos de las encíclicas sociales, a saber, el “método del contexto”, según el cual, en el caso de algunas dudas, todas las expresiones discutibles deberían ser interpretadas dentro del contexto no solamente inmediato, de la misma encíclica, sino también dentro del contexto general; pues bien, este contexto general es el tomismo.

De ahí se deduce que para una correcta interpretación de las encíclicas sociales y de toda la moderna doctrina social de la Iglesia, se necesita el conocimiento del pensamiento tomista y la buena voluntad de interpretar todo de acuerdo con el tomismo. Sólo pues los tomistas están capacitados para interpretar correctamente las encíclicas sociales.

(Acción, 81; 10-8-05)

EL TOMISMO EN LAS ENCICLICAS SOCIALES. PRIMERA PARTE.

EL TOMISMO EN LAS ENCÍCLICAS SOCIALES. PRIMERA PARTE..

Miguel Poradowski
Universidad Católica de Valparaíso, Chile
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La encíclica Rerum Novarum y las encíclicas sociales que la siguen exponen la moderna doctrina social de la Iglesia; se trata de una exposición oficial del Magisterio eclesiástico. Sin embargo, conviene recordar que esta exposición oficial de la Santa Sede no inaugura la moderna doctrina social de la Iglesia -la cual, en una forma espontánea, se expresó principalmente en la mitad del siglo XIX- sino que acoge y hace suya la exposición no oficial ya existente desde hace medio siglo, y siendo parcialmente aprobada por el Concilio Vaticano Primero (1870).

Además, hay que recordar el otro hecho, sumamente importante, a saber, que la formulación, tanto oficial como la previa no oficial, de la moderna doctrina social de la Iglesia coincide con la renovación del tomismo y, más todavía, que precisamente en la elaboración de la moderna doctrina social de la Iglesia se manifiesta esta renovación del tomismo y la vuelta al tomismo, en la mitad del siglo XIX, como lo subrayan los varios trabajos presentados con ocasión del Octavo Congreso Internacional tomista , organizado para celebrar el centenario de la encíclica Aeterni Patris (1879), publicada por el Papa León XIII, con el fin de recomendar el pensamiento de Santo Tomás de Aquino como la base de los estudios filosóficos y teológicos.

Por eso, la moderna doctrina social de la Iglesia es esencialmente tomista, pues el pensamiento de Santo Tomás está en la base de esta doctrina, tanto de las encíclicas sociales, como de las exposiciones espontáneas previas, lo que a continuación vamos a comprobar. Por esta razón podemos afirmar que la máxima, frecuentemente usada por muchos Papas, en los documentos oficiales de la Iglesia, que “Thomae doctrinam Ecclesia suam fecit” -que la Iglesia ha hecho suya la enseñanza de Santo Tomás- se manifiesta también en la moderna doctrina social de la Iglesia, lo que tiene sus importantísimas consecuencias prácticas, a las cuales nos vamos a referir al final de la exposición.

La moderna doctrina social de la Iglesia no empieza con la encíclica Rerum Novarum, pero en ella recibe la oficial aprobación de parte de la máxima autoridad eclesiástica; empieza empero con las presentaciones inmediatas no oficiales, en distintos países, donde se presentan los nuevos problemas sociales de la época industrial. Además muchas de estas formulaciones no oficiales están acogidas por la encíclica Rerum Novarum, lo que es evidente cuando se compara los contenidos de estas presentaciones no oficiales, algunas de ellas formuladas más de cincuenta años antes de Rerum Novarum, con el texto de la encíclica. A continuación vamos a ver algunas de estas formulaciones no oficiales escogiendo sólo, a título de ejemplo, las reacciones inmediatas en tres países: Italia, Francia y Alemania, y limitándose sólo a algunos nombres representativos.

ITALIA

Como representante de algunos autores tomistas, que manifiestan su dominio del pensamiento de Santo Tomás; con ocasión de formular los principios de la moderna doctrina social de la Iglesia, si se trata de Italia, podemos citar al padre jesuita Matteo Liberatore (1810-1892), compañero, colaborador, amigo de los hermanos Pecci; del cardenal Giuseppe Pecci, la figura principal del renacimiento tomista en Italia, en el siglo XIX y del nuncio y después arzobispo de Perugia, Gioachino Pecci, el futuro Papa León XIII, el autor de dos encíclicas que aquí nos interesan: de la Rerum Novarum (1891) y, previamente, de la Aeterni Patris (1879); el padre Liberatore colabora en la preparación de ambos documentos, profundamente tomistas.

Cuando en el año 1850 nace la revista Civiltá Cattolica, el P. Liberatore es uno de sus fundadores y redactores; la finalidad de la Civiltá Cattolica es la exposición de la doctrina social de la Iglesia frente a todos los problemas de la época. P. Liberatore, junto a otros padres jesuitas tomistas dan a la Civiltá Cattolica un claro carácter de revista tomista, a pesar de la antitomista posición del Padre General Roothaan. Sin embargo, hasta la muerte del P. Roothaan (1853), tenían que evitar la palabra “tomismo” y referencias al Santo Tomás, para evitar represiones de parte del Padre General de la Compañía, quien duramente perseguía a los tomistas, arriconándoles en pequeñas casas de la Compañía, lejos de Roma.

Pues bien, el P. Liberatore es amigo y colaborador del Papa León XIII, y por orden del Papa entra en varias comisiones de la Curia Romana, que preparan los documentos papales y las encíclicas; entra también en la Comisión Confidencial, creada por León XIII para preparar el texto de la encíclica Rerum Novarum.
P. Liberatore es no solamente un serio conocedor de la filosofía y teología de Santo Tomás, sino también un serio conocedor de los problemas sociales de la época y conocedor de la economía. Al respecto conviene recordar que P. Liberatore escribió un serio manual de la economía bajo el título Principii di economía política, en el año 1889. No es pues nada extraño que en toda la encíclica Rerum Novarum haya enfoques profundamente tomistas, más todavía si se toma en cuenta que también otros integrantes de la mencionada Comisión Confidencial, que preparaba la encíclica, fueron renombrados tomistas (el cardenal Mermillod y los integrantes de su Unión de Frigurgo).

El P. Liberatore, en muchísimos artículos publicados en la Civiltá Cattolica, elabora la moderna doctrina social de la Iglesia, durante casi cuarenta años, desde el primer número de la mencionada revista hasta la publicación de la encíclica Rerum Novarum, la cual hasta algún punto, recoge y hace suya, la doctrina expuesta por P. Liberatore.
Además, el P. Liberatore también escribe sobre otros temas de la Doctrina de la Iglesia, a saber, sobre los temas políticos y, fuera de los artículos, publica varios estudios sobre la moral política, en ellos La Chiesa e lo Stato, en 1871, y Del diritto pubblico ecclesiastico, en 1887, y su colaboración en la preparación de la encíclica Inmortale Dei es bien conocida.

miércoles, 7 de agosto de 2013

DOCTRINA SOCIAL CRISTIANA SOBRE LA FAMILIA.

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA CATOLICA SOBRE LA FAMILIA.

Documento que trata sobre la familia y educación.
El futuro de la sociedad depende, en gran manera, de lo que sean la familia y la educación


Doctrina social de la Iglesia sobre la familia.

La familia, entendida en sentido amplio, es una realidad social presente en todas las sociedades conocidas, aunque en modalidades y formas distintas. Alrededor de la alianza entre varón y mujer, y la comunidad de vida entre padres e hijos, existen una gran variedad de valores, usos, costumbres, normas y leyes que la configuran no sólo como un grupo social característico, sino como una institución social fundamental.

Como en las demás materias, la Iglesia, en sus enseñanzas sobre la familia, parte del conocimiento que posee por la Revelación sobre el hombre y la familia, a las que une los hallazgos de la razón sobre la naturaleza y las exigencias éticas relativas a la vida familiar. Tiene también en cuenta las aportaciones de las ciencias sociales sobre la familia como datos a considerar y si acaso, a juzgar, pero no como pauta de comportamiento. El que haya muchos divorcios y bastantes uniones no matrimoniales, pongamos por caso, es una descripción social, pero esto no indica la norma a seguir. La situación sociológica de la familia en un determinado país y en un cierto momento histórico únicamente indica lo que acontece, pero no lo que la familia está llamada a ser, lo que «debe ser».

En estrecha unión con la familia está la educación de los hijos y, de modo más amplio, la educación en general. De ambos temas, familia y educación, nos ocuparemos en el presente capítulo. El futuro de la sociedad depende, en gran manera, de lo que sean la familia y la educación. Estamos, pues, ante un tema decisivo, de gran importancia práctica.

La familia como institución social.

A pesar de las dificultades que sufre la familia en casi todo el mundo y de los repetidos intentos de considerar como familia variadas formas de convivencia íntima, se impone la cuestión acerca de la verdadera naturaleza de la institución familiar. Contraponer lo que algunos llaman «familia tradicional» con otras formas de familia es una trampa. Es más correcto hablar de la «verdadera familia», fundada en el legítimo matrimonio.

La familia es expresión primera y fundamental de la naturaleza social del hombre. «En el matrimonio y la familia se constituyen un conjunto de relaciones interpersonales -relación conyugal, paternidad-maternidad, filiación, fraternidad- mediante las cuales toda persona humana queda introducida en la «familia humana» y en la «familia de Dios» que es la Iglesia (FC 15).

La familia es objeto de ciencias como la antropología, la sociología y las ciencias jurídicas, por citar unas pocas. Pero la familia es, ante todo, una realidad humana con serias implicaciones éticas para el desarrollo humano y para el bien común de la sociedad.

La teología aporta luces nuevas a la comprensión de la familia y su misión. El matrimonio y la familia fundada sobre el matrimonio, no son una invención humana, sino que responden a los planes del Creador. Ya en las primeras páginas de la Biblia, tras la narración de la creación, aparece el matrimonio la institución familiar, en la bendición de Dios a nuestro primeros padres para que crecieran y se multiplicaran (Cf. Gen 1,28).

Más expresivas aún son estas palabras: «el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y son los dos una sola carne» (Gen 2, 24). Expresan la grandeza del matrimonio y sus propiedades -, esenciales: la unidad y la indisolubilidad. Jesús se refiere a ellas cuando explica la indisolubilidad del matrimonio y remite «al principio», esto es, a los planes del Creador (Mt 19, 4-6).

En otros muchos lugares de la Sagrada Escritura se alude directa o indirectamente al matrimonio y a la familia, a su significado y exigencias éticas. San Pablo llega a comparar la unión entre los esposos a la que existe entre Cristo y la Iglesia (Cf. Ef 5, 22-32).

En las enseñanzas de la Iglesia se explicita qué define la verdadera institución matrimonial y familiar. De modo breve, pero muy claro, el Magisterio enseña que «según el designio de Dios, el matrimonio es el fundamento de la comunidad más amplia que es la familia, ya que la institución misma del matrimonio y el amor conyugal están ordenados a la procreación y educación de la prole, en la que encuentran su coronación» (FC 14).

El matrimonio, núcleo y origen de la familia, surge del consentimiento personal e irrevocable, por el cual los esposos se dan y se reciben mutuamente. «De este consentimiento nace, también ante la sociedad, una institución confirmada por la ley divina» (GS 48). De aquí que pueda afirmarse que la familia «es la sociedad natural donde el hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el don de la vida» (CCE 2207). La familia es, por ello, «una comunidad de personas, para las cuales el modo propio de existir y vivir juntos es la comunión» (CF 7).

El último Concilio, sintetizando la constante enseñanza de la Iglesia, se refiere a la unión entre marido y mujer, señalando que «por ser una donación mutua de dos personas, y por el bien de los hijos, esta unión exige la plena fidelidad de los esposos e impone su indisoluble unidad» (GS 48). La alianza matrimonial, «consorcio de toda la vida, ordenada por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo a la dignidad de sacramento entre bautizados» (CIC 1055,1). La institución natural del matrimonio es, pues, anterior al sacramento del matrimonio. Mientras que la institución matrimonial deriva de la naturaleza humana y sus exigencias éticas y sociales alcanzan a todos, el sacramento del matrimonio es el modo concreto de acceder a la institución matrimonial entre bautizados.

En la Carta de los derechos de la familia de la Santa Sede, se resumen estas y otras enseñanzas del Magisterio con palabras muy precisas: «La familia está fundada sobre el matrimonio, esa unión íntima de vida, complemento entre un hombre y una mujer, que está constituida por el vínculo indisoluble del matrimonio, libremente contraído, públicamente aceptado, y que está abierta a la transmisión de la vida» (CDF Preámbulo B).

El carácter de institución social del matrimonio y la familia implica una realidad anterior e independiente de quienes entran en ella. Una persona es libre para casarse o no y de elegir cónyuge, pero al contraer matrimonio asume y entra a formar parte de la institución matrimonial y familiar tal como es. Como señalaba Pío XI, «el matrimonio no ha sido instituido ni restaurado por obra humana, sino divina, ha sido protegido con leyes, confirmado y elevado no por los hombres, sino por el propio Dios, autor de la naturaleza, y por el restaurador de esta misma naturaleza, Cristo nuestro Señor: leyes que, por consiguiente, no pueden estar sujetas a ningún arbitrio humano, ni siquiera de los contrayentes» (CC 5).

Las denominadas «uniones libres» o también «parejas de hecho» no corresponden al plan de Dios sobre el amor humano y son contrarias a la dignidad personal que exige considerar al cónyuge como una persona a quien se debe un amor total, fiel y exclusivo hasta la muerte, y abierto a la transmisión de la vida (Cf. HV). El verdadero amor supera en mucho la mera inclinación erótica que, cultivada de modo egoísta, se desvanece rápida y lamentablemente. En las «parejas de hecho» no hay dos personas que se aman generosamente con una mutua y total donación de sí mismos. Por el contrario, con suma frecuencia, el «cónyuge» es visto como un simple sujeto de intercambios y la unión como algo muy provisional. Si son cristianos se privan, además, de la gracia del sacramento y dan lugar a un grave escándalo (Cf. FC 81, CC 8, GS 49 y HV 9).

Cuando la legislación equipara las «parejas de hecho» al matrimonio, contribuye a la destrucción del concepto de familia, disminuye la importancia social de la institución del matrimonio, es desconsiderada con los posibles hijos de tales uniones y su derecho a nacer en una familia estable y bien constituida, atenúa el valor de fidelidad y afianza el sentido de egoísmo en la vida social.

Junto con las uniones libres, la dignidad de la institución matrimonial y familiar está también obscurecida por la «epidemia del divorcio» y en algunos países, incluso por la poligamia (Cf. GS 47). También la legislación divorcista, so pretexto de avalar la libertad y poner remedio a situaciones difíciles, ocasiona un grave daño social, por diversos motivos: disminuye el reconocimiento social del matrimonio y de la fidelidad, hace que muchísimas desavenencias familiares, solucionables con un poco de espíritu de sacrificio y generosidad, desemboquen fácilmente en una ruptura definitiva; tiene muy poco en cuenta los derechos y la educación de los hijos y puede dejar a una de las partes en una situación injusta en el aspecto económico, afectivo y espiritual.

La familia como célula y núcleo vital de la sociedad.

El Magisterio de la Iglesia, con frecuencia ha utilizado analogías tomadas de la biología para expresar la relación y la importancia de la familia en La sociedad. Pío XII denominó a la familia «"célula vital" de la sociedad» (LS 124). En términos parecidos se expresó Juan XXIII al considerarla «como la semilla primera y natural de la sociedad humana» (PT 265). Posteriormente, el Concilio Vaticano II afirmaría que «la familia ha recibido de Dios la misión de ser la célula primera y vital de la sociedad» (AA 11) al tiempo que proclamaba que «constituye el fundamento de la sociedad » (GS 52). Pablo VI y Juan Pablo II han seguido utilizando esta analogía y también el Catecismo de la Iglesia católica, que califica a la familia como «célula original de la vida social» (CCE 2207)

La comparación de la familia con una célula resulta sugerente, ya que la familia, corno la célula en un organismo vivo, es el elemento más simple, primario y fundamental de la sociedad. Las células crecen, generan nuevas células y aportan sus cualidades al organismo al que pertenecen. Así también la familla está llamada a facilitar el crecimiento humano de sus miembros, es el lugar adecuado para generar nuevas vidas humanas y desarrollar su humanidad y con su existencia y actividad, contribuye al bien de la entera sociedad.

En la familia, los esposos «se ayudan y se sostienen mutuamente, adquieren conciencia de su unidad, y la logran cada vez más plenamente» (GS 48). Y algo parecido ocurre con los hijos. El amor a quienes forman parte de la familia exige entrega y sacrificio, lo cual ayuda a crecer en humanidad y a desarrollar virtudes humanas. Es en el seno de la familia donde «el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien; aprende qué quiere decir amar y ser amado, y por consiguiente qué quiere decir en concreto ser una persona» (CA 39). La familia es, en cierto modo, «una escuela de las mejores virtudes humanas» (GS 52). Es, además, «una encrucijada de varias generaciones que se ayudan entre sí para adquirir una sabiduría más honda y para armonizar los derechos de las personas con las exigencias de la vida social» (GS 52).

La familia es el lugar adecuado para la transmisión de la vida y para la educación más fundamental por cuanto ofrece un clima propicio de afecto, estabilidad familiar, basada en un sólido compromiso y en la comunión de personas, junto a la complementariedad que ofrecen el padre y la madre. En la familia cada uno es amado por lo que es y, de este modo, se aprende de un modo práctico qué es el amor.

Favoreciendo el desarrollo humano por la dedicación a los demás y, sobre todo, por la formación de ciudadanos en valores y virtudes, la familia contribuye en gran medida al bien de la sociedad. La doctrina social de la Iglesia remarca algo bien conocido: «la familia es escuela del más rico humanismo» (GS 50) y «la primera escuela de virtudes sociales, que todas las sociedades necesitan» (GE 3).

Son muchos los valores y las virtudes adquiridos en la vida familiar que después se manifiestan en la vida social. «La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, de la seguridad y de la fraternidad en el seno de la sociedad. La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se pueden aprender valores morales, se comienza a honrar a Dios y a usar la libertad. La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad» (CCE 2207) y también el ámbito de educación para el trabajo: «Trabajo y laboriosidad condicionan (...) todo el proceso educativo dentro de la familia» (LE 10).

Puede asegurarse que «el bienestar de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligado a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar» (Cf. GS 47). Ciertamente, «en la familia encuentra la nación la raíz natural y fecunda de su grandeza y potencia» (LS 123). La calidad de las familias condiciona la calidad moral de quienes forman un país. De aquí que pueda afirmarse con Juan Pablo II: «¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia!» (FC 86).

A pesar de la claridad de esta doctrina y de sus consecuencias prácticas, la dignidad del matrimonio y de la familia y su condición de célula y núcleo vital de la sociedad está oscurecida en diversos lugares. Entre los motivos que contribuyen a ello, además de las prácticas que atentan contra ella directamente y a las que ya nos hemos referido (divorcios, uniones libres...), hay que añadir ciertas deformaciones del amor conyugal, consecuencia de actitudes egoístas y hedonistas, que llevan a prácticas anticonceptivas y, a veces, incluso abortistas. También contribuyen a ello, algunas dificultades prácticas en la transmisión de los valores y en la educación en las virtudes dentro de la familia y la influencia de determinados medios de comunicación social poco favorables a la institución familiar. A todo lo anterior hay que añadir la actual influencia social de algunas ideologías, como el feminismo radical y la homosexualidad, que difunden concepciones y actitudes contrarias al matrimonio, a la familia o la cultura de la vida. La Iglesia, que defiende con firmeza la dignidad de la mujer (Cf. MD) y que se esfuerza para que todos acojan y respeten a los homosexuales como personas (Cf. HP), expresa también con claridad que este respeto no debe llevar a justificar reivindicaciones que no son verdaderos derechos, sino prácticas contrarias a un recto sentido del matrimonio y de la sexualidad humana.

Otra ideología de gran influencia es el individualismo, que sólo considera relevante al individuo y sus intereses. La sociedad no estaría formada por las personas y sus familias, sino únicamente por individuos. La familia, lejos de ser la célula vital de la sociedad, sólo sería una opción del individuo equiparable a cualquier otro pacto o contrato social.

En la raíz de muchos de los males que aquejan a la familia, como ha señalado Juan Pablo II, hay una concepción errónea de la libertad, a la que no se ve «como la capacidad de realizar el proyecto de Dios sobre el matrimonio y la familia, sino una fuerza autónoma de autoafirmación, no raramente contra los demás, en orden al propio bienestar egoísta» (FC 6) .

Deberes y derechos de la familia.

La naturaleza del matrimonio y la familia y su misión en la sociedad y en la Iglesia presenta un conjunto de deberes que han de ser asumidos por los diversos miembros de la familia, cada uno según su condición. A estos deberes se corresponden un conjunto de derechos de la familia que deben ser respetados y promovidos en la vida social para que la familia pueda llevar a cabo sus cometidos. A esos deberes y derechos nos referiremos a continuación.

Deberes familiares.

a) Servicio a la vida. Siguiendo la Sagrada Escritura y la Tradición, la Iglesia enseña que «el cometido principal de la familla es el servicio a la vida, el realizar a lo largo de la historia a bendición original del Creador, transmitiendo en la generación la imagen divina del hombre al hombre»". Se trata de una misión de elevado valor moral: «En el deber de transmitir la vida humana y de educar la prole, lo cual han de considerar los esposos como su misión propia, saben ellos que son cooperadores del amor de Dios creador y sus interpretes» (GS 50).

Con relación al servicio a la vida, la Iglesia enseña «la inseparable conexión que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador» (HV 12; CCE 2366). Esto exige que «cualquier acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida» (HV 11; CCE 2366; cf. HV 12; CC55), siendo intrínsecamente mala «toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación» (HV 14; CCE 2370). Es, pues, ilícito el uso de anticonceptivos y el aborto voluntario. Se excluye también la transmisión de la vida fuera del acto matrimonial (fecundación artificial) (Cf. DVt; CCE 2376-2377).

b) Educación de los hijos. Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. «Puesto que los padres han dado la vida a sus hijos tienen la gravísima obligación de educarlos, y, por tanto, hay que reconocerlos como los primeros y principales educadores de sus hijos» (GE 3).

Esta responsabilidad tiene varias implicaciones. Entre ellas, la educación en la fe, que debe empezar desde la más tierna infancia (Cf. CCE 2226), en la virtudes (Cf. CCE 2223) y a usar rectamente su razón y su libertad (Cf. CCE 2228), elegir una escuela adecuada, de acuerdo con sus convicciones (Cf. CCE 2228) y ayudarles con consejos juiciosos, especialmente en la elección de profesión y estado de vida, respetando, al mismo tiempo, su libertad (Cf. CCE 2230).

El Catecismo de la Iglesia católica remarca algunos aspectos mediante los cuales los padres llevan a cabo su responsabilidad de ser los primeros y principales educadores (Cf. CCE 2208, 2223 y 2224), «ante todo por la creación de un hogar, donde la ternura, el perdón, el respeto, la fidelidad y el servicio desinteresado son norma. El hogar es un lugar apropiado para la educación de las virtudes. Los padres han de enseñar a los hijos a subordinar las dimensiones "materiales e instintivas a las interiores y espirituales" (CA 36)» (Cf. CCE 2223). En estrecha relación con esta enseñanza, el Concilio Vaticano II añade: «Es, pues, obligación de los padres formar un ambiente familiar animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos» .

En esta tarea educativa, el ejemplo es fundamental. Como señala San Josemaría Escrivá, «los padres educan fundamentalmente con su conducta. Lo que los hijos e hijas buscan de su padre o de su madre no son sólo unos conocimientos más amplios que los suyos o unos consejos más o menos acertados, sino algo de mayor categoría: un testimonio del valor y del sentido de la vida encarnado en una existencia concreta, confirmado en las diversas circunstancias o situaciones que se suceden a lo largo de los años» (Es Cristo que pasa, n. 28).

c) Respeto y responsabilidad paterno-filial. «Los padres deben mirar a sus hijos como hijos de Dios y respetarlos como personas humanas» (CCE 2221). Este respeto y afecto de los padres tiene diversas manifestaciones. Durante la infancia, se traduce, ante todo, en el cuidado y atención con que han de educar a sus hijos y velar por sus necesidades físicas y espirituales (Cf. CCE 2228).

Por su parte, los hijos deben a sus padres respeto filial. Este respeto filial esta hecho de gratitud hacia quienes deben la vida, su ayuda al crecimiento y educación, su amor y su trabajo. En muchas ocasiones los padres han sido también los instrumentos para dones sobrenaturales más valiosos: la fe, la gracia del Bautismo y la vida de la Iglesia.

El respeto filial se expresa de diversos modos en las diversas etapas de la vida, pero permanece siempre. En la infancia exige sobre todo docilidad y obediencia a los padres (en todo aquello que no se oponga a la ley moral), en la edad adulta requiere responsabilidad (Cf. CCE 2214-2220), la cual ha de llevar a preocuparse de modo efectivo por sus necesidades: «En cuanto puedan deben prestarles ayuda material y moral en los años de vejez y durante los tiempos de enfermedad, de soledad o de abatimiento» (CCE 2218).

d) Contribución a la ayuda recíproca y a la armonía familiar. «Las relaciones en el seno de la familia entrañan una afinidad de sentimientos, afectos e intereses que provienen sobre todo del mutuo respeto de las personas» (CCE 2206). La comunidad de personas que es la familia requiere esfuerzo de todos los que la integran por reconocer, comprender y querer a cada uno de los miembros, empezando por los padres. La familia «para que pueda lograr la plenitud de su vida y de su misión requiere un tierno intercambio de afecto y una armonía de criterio entre los cónyuges, así como una cooperación atenta en la educación de los hijos» (GS 52). En este sentido, la familia debe vivir de manera que sus miembros aprendan el cuidado de los más débiles y necesitados, también más allá de la propia familia (Cf. CCE 2208). La vivencia del respeto filial contribuye en gran manera a la armonía de toda la vida familiar. «El respeto a los padres irradia en todo el ambiente familiar» (CCE 2219) y alcanza a las relaciones entre hermanos y hermanas (Cf. CCE 2219).

Derechos de la familia en la sociedad.

La familia, como sujeto social, tiene derechos porque tiene también deberes. La primera responsabilidad social respecto a la familia es respetar esos derechos y la intimidad que corresponde a las relaciones familiares.

El Catecismo de la Iglesia católica señala que «la importancia de la familia para la vida y el bienestar de la sociedad (Cf. GS 47,1) entraña una responsabilidad particular de ésta en el sostén y fortalecimiento del matrimonio y de la familia». Y recogiendo un texto del último Concilio añade: «el poder civil ha de considerar como deber grave «el reconocimiento de la auténtica naturaleza del matrimonio y de la familia, protegerla y fomentarla, asegurar la moralidad pública y favorecer la prosperidad doméstica" (GS 52,2)» (CCE 2210).

Muchas declaraciones internacionales de derechos humanos se han referido a diversos derechos familiares, pero hasta ahora el único texto internacional dedicado con carácter monográfico es la Carta de los derechos de la familia publicada por la Santa Sede en 1983. Está inspirada en diversos textos de la doctrina social de la Iglesia y especialmente en un listado de la Familiaris consortio (Cf. FC 46). El Catecismo de la Iglesia católica resume los derechos de la familia en el siguiente texto:

«La comunidad política tiene el deber de honrar a la familia, asistirla, y asegurarle especialmente:

- la libertad de fundar un hogar, de tener hijos y de educarlos de acuerdo con sus propias convicciones morales y religiosas;
- la protección de la estabilidad del vínculo conyugal y de la institución familiar;
- la libertad de profesar su fe, transmitirla, educar a sus hijos en ella, con los medios y las instituciones necesarios;
- el derecho a la propiedad privada, la libertad de iniciativa, de tener un trabajo, una vivienda, el derecho a emigrar;
- conforme a las instituciones del país, el derecho a la atención médica, a la asistencia de las personas de edad, a los subsidios familiares;
- la protección de la seguridad y la higiene, especialmente por lo que se refiere a peligros como la droga, la pornografía, el alcoholismo, etc.;
- la libertad para formar asociaciones con otras familias y de estar así representadas ante las autoridades civiles» (CCE 2211).


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Abreviaturas utilizadas:

AA: Conc. Vaticano II, Decl. Apostolicam actuositatem, sobre el apostolado de los laicos (1965).
CA: Juan Pablo II, Enc. Centesimus annus, sobre el orden social (1991).
CC: Pío XI, Enc. Casti connubi, sobre el matrimonio cristiano (1930)***.
CCE: Catecismo de la Iglesia católica (1992).
CDF: Santa Sede, Carta de los derechos de la familia (1983).
CF: Juan Pablo II, Carta a las familias (1994).
CIC: Código de Derecho Canónico (1983).
DVt: Congregación para la doctrina de la fe, Inst. Donum vitae, sobre el respeto a la vida naciente y la dignidad de la procreación (22.IL 1987).
Ef: Epístola a los efesios.
FC: Juan Pablo II, Exh. Apost. Familiaris consortio, sobre la familia(1981).
GE: Conc. Vaticano II, Gravissimum educationis, sobre la educación (1965).
Gen: Génesis.
GS: Conc. Vaticano II, Const. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo (1965).
HP: CDF, Carta sobre la atención pastoral de las personas homosexuales (1986).
HV: Pablo VI, Enc. Humanae vitae, sobre la regulación de la natalidad (1967).
LE: Juan Pablo II, Enc. Laborem exercens, sobre el trabajo (1981).
LS: Pío XII, Radiomensaje La Solemnitá, sobre el orden social (1941)**.
MD: Juan Pablo II, Carta Apost. Mulieris dignitatem, sobre la dignidad de la mujer (1988).
Mt: Evangelio según San Mateo.
PT: .Juan XXIII, Enc. Pacem in Terris, sobre el orden sociopolítico (1963).

* Domènec Melé, «Cristianos en la sociedad, Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia», págs. 99-112 (Ediciones Rialp, Madrid 1999).

Autor: Fundación de la Comunidad Valenciana V Encuentro Mundial de la Familia Valencia |
Fuente: http://www.wmf2006.org/


www.catholic.net

PESECUIONES RELIGIOSAS. UNDECIMA PARTE. PALESTINA.

PESECUCIONES RELIGIOSAS. UNDECIMA PARTE. PALESTINA.

El Vaticano acusa a por la persecución de los cristianos en Palestina.

Agosto en 06/02/2010.

Pero los cristianos palestinos dicen que la persecución es de los musulmanes.
Un documento del Vaticano difundido ayer culpó al conflicto israelo-palestino y a la “ocupación” de Israel de ser la causa de que para los cristianos la vida se habga difícil si se quedan. Sin embargo, son los cristianos quienes huyeron de sus hogares palestinos en el territorio controlado por Hamas a causa en gran medida de la intimidación Musulmana.

El documento del Vaticano se filtró a los medios de comunicación , y es una guía para las discusiones sobre una próxima reunión de los obispos de Oriente Medio convocada por Pope Benedict XVI para discutir la situación de la minoría cristiana en el Oriente Medio, que tiene una abrumadora mayoría musulmana.
De acuerdo con la Associated Press. El documento de la reunión de obispos dejó claro que creen que el conflicto palestino-israelí es la causa central de varios conflictos en la región. . El documento también afirmóque la “ocupación”israelí fue un factor importante en el desalojo de cristianos de ciertas tierras. El documento también destacó el crecimiento del “Islam político” en países como Egipto.
El Vaticano no está solo en culpar a Israel de la huída de los cristianos. Las puntuaciones de los informes de los medios de comunicación han dicho que una barrera de seguridad que Israel construye en la frontera con Belén había causado principalmente que los cristianos a huyeran de esa ciudad cristiana importante.
Pero la población cristiana de Belén comenzó a descender de manera drástica en 1995, el mismo año en que la Autoridad Palestina se hizo cargo de la ciudad santa para los cristianos, en consonancia con el respaldado de los Estados Unidos y los Acuerdos de Oslo.

Belén tenía más del 80 por ciento de cristianos, cuando Israel fue fundado en 1948. Pero después de la Autoridad Palestina tomó el control, de la ciudad la población cristiana se desplomó al 23 por ciento actual. Y esa estadística se considera generosa, ya que incluye las ciudades satélite de Beit Sahour y Beit Jala. Según algunas estimaciones, la población cristiana de Belén real es tan baja como un 12 por ciento, y con cientos de cristianos que emigran cada año.
Tan pronto como se hizo cargo de Belén, el entonces líder de la AP, Yasser Arafat, echó de manera unilateral a los políticos cristianos de la ciudad y los reemplazó con sus amigos musulmanes. Nombró a un gobernador musulmán, Muhammed Rashad A-Jabar, y depuso el Ayuntamiento de Belén, que tenía nueve cristianos y dos musulmanes, redujo el número de consejeros cristianos a un 50-50. Después de que los palestinos recuperaron el territorio, los informes de intimidación por parte de musulmanes comenzaron a aparecer.

Los líderes cristianos y los residentes dijo a este reportero que se enfrentan a un ambiente de hostilidad diario. Dijeron que los grupos armados palestinos agitan la tensión por la celebración de manifestaciones y marchas de militantes en las calles. A instancias de ellos las tiendas de los comerciantes cristianos fueron saqueadas y los cristianos atacados.

Dijeron que en el pasado, palestinos armados dispararon contra los israelíes de las comunidades cristianas en la cima de la colina, la lucha contra las incursiones israelíes trajeron terror a sus pueblos.

Algunos líderes cristianos, dijeron que uno de los problemas más importantes que enfrentan los cristianos en Belén es la rampante confiscación de tierras por bandas de musulmanes. “Hay muchos casos en que los cristianos tienen sus tierras robadas por la mafia [musulmana], Samir Qumsiyeh, un cristiano de Belén director y propietario de la Beit Sahour emisora privada Al-Mahd (Natividad), la estación de televisión, se lo dijo a WND en una entrevista en el 2007.

“Es un fenómeno regular en Belén. Van a una persona pobre cristiano con un poder forjado por un abogado, y luego dicen que tienen documentos de prueba de que estan viviendo en tierra de su propiedad. If you confront them, many times the Christian is beaten . Si te enfrentas a ellos, muchas veces el cristiano sale perdiendo Usted no puede hacer nada al respecto. . La pierde el cristiano, y se escapa, “dijo a Qumsiyeh WND, hablando desde su estación de televisión durante una entrevista reciente.

Qumsiyeh dijo que él mismo fue blanco de bandas islámicas. Dijo que su casa fue incendiada después de regresar de un viaje al extranjero durante la cual dio discursos públicos para esbozar la situación de la población cristiana de Belén.
. Un residente cristiano de Belén, contó a WND que su amigo había huido recientemente de Belén tras haber sido acusado por los musulmanes de la venta de bienes a Judios, un delito punible con la muerte en algunas ciudades palestinas. El residente dijo que gran parte de la intimidación proviene de hombres armados asociados con Fatah, y el Presidente de la AP Mahmoud Abbas.

En febrero del 2007 Jerusalén Post citó el caso de Fuad y Georgette Lama, residentes cristianos de Belén, quien dijo que sus tierras fueron robadas por los musulmanes locales, y cuando trataron de hacer algo al respecto, Faud fue golpeado por hombres armados. El propietario de una tienda de novedades religiosas recientemente dijo a WND que la propiedad cristiana era regularmente desfigurada por bandas musulmanas.

. “Estamos acosados, pero nadie quiere admitir la verdad. Nadie dice nada públicamente sobre los musulmanes. Por ello, los cristianos están huyendo “.

Fuente: RBO

PERSECUCIONES RELIGOSAS. DECIMA PARTE. ISRAEL. 2.

PERSECUCIONES RELIGIOSAS. DECIMA PARTE. ISRAEL. 2.

EL VATICANO ACUSA A ISRAEL DE FOMENTAR DIVISIÓN EN TIERRA SANTA.

Israel persigue a las iglesias cristianas.

Necesidad de un Estatus Internacional para Tierra Santa.

EL VATICANO ACUSA A ISRAEL DE FOMENTAR LA DIVISION EN TIERRA SANTA AL AUTORIZAR LA CREACIÓN DE UNA MEZQUITA EN NAZARET, FRENTE A LA IGLESIA DE LA ANUNCIACIÓN.

Todos recordamos como el Estado de Israel, que segrega a los palestinos, impidiendo en muchas ocasiones incluso el tránsito de alimentos, facilitó la construcción de una mezquita en el territorio que controla.

¡Increible! No?.

La razón: la mezquita se construía justo enfrente de la iglesia de la Anunciación. Con la creacción de los conflictos subsiguientes
Es sólo un ejemplo de persecución, a través de decisiones administrativas, al cristianismo en Tierra Santa.

Ahora, el Foro Santo Tomas recoge información del World Council of Churches: En contradicción con la resolución del mandato de la ONU, de su época fundacional, con la entrega de una parte de Tierra Santa a las organizaciones sionistas para crear un nuevo Estado, resolución 181, Israel está persiguiendo económicamente a las Iglesias Cristianas, aplicándoles impuestos creados exnovo para ellas.
Ni siquiera en tiempos del califato otomano, que en tiempos controlaba la región, había ocurrido. Por supuesto tampoco en la Tierra Santa controlada por el Mandato Británico o la monarquía Hachemita de Jordania.

No es un hecho aislado.

Asia News (agencia del Pontificio Instituto de las Misiones Orientales) informa que el Obispo Anglicano de Jerusalén (nacido en Nablus, Cisjordania, hoy Estado de Israel) ha sido calificado de "extranjero", saltándose toda la legalidad, incluso la propia, y se le ha negado el permiso de residencia y trabajo en Jerusalén Oriental, donde queda la catedral anglicana.
Este tipo de persecuciones administrativas, así como otras económicas está teniendo como resultado que el número de cristianos en Tierra Santa, la tierra de Jesús, controlada por el Estado de Israel, haya disminuido drácticamente desde 1948 hasta ahora, cuando la lógica de su crecimiento biológico es la contraria.

Cuestiones como estas, de las que las noticias citadas son sólo ejemplos paradigmáticos, hacen más necesario que nunca volver a revindicar un Estatus Internacional de Tierra Santa y que ésta deje de estar sometida a Estados, los cuales, además, no actúan neutralmente sino atacando los intereses de los cristianos, principalmente por sectarismo ideológico y prejuicios religiosos contra la Iglesia

PERSECUCIONES RELIGOSAS. NOVENA PARTE. ISRAEL. 1.

PERSCUCIONES RELIGIOSAS. NOVENA PARTE. ISRAEL. 1.

PERSECUCIÓN A LOS CATÓLICOS EN EL ESTADO DE ISRAEL.

Los católicos que residen en Israel, independientemente de su raza, están sufriendo el acoso de las autoridades. Sin embargo, debido a la inmigración y a las conversiones que se están produciendo especialmente desde el judaísmo, es muy posible que el número de cristianos aumente de forma constante en las próximas décadas.

En el Estado de Israel hay católicos, pero en realidad los de origen judío son muy escasos (apenas unos 500) y desde luego los católicos de raza árabe son mucho más numerosos en Israel (se calcula que existen unos 27000, repartidos por todo el Estado). Aunque desde luego, el grupo más nutrido, unos 50.000, proceden de la abundante inmigración producida durante los últimos años.

En total solo existen seis parroquias católicas oficiales en Israel, por lo que no es la comunidad cristiana más abundante pero están ahí y debemos recordarlos en estos tiempos tan especiales de Semana Santa. Entre ellos, los que predominan son los cristianos de origen ortodoxo, como la Iglesia Armenia, o la Iglesia Siriaca. Recordemos que, en Jerusalem, existe un barrio armenio junto a otro musulmán y otro genuinamente judío.

Hay otras realidades cristianas que, poco a poco, se van acercando al catolicismo. Es el caso de los llamados cristianos mesiánicos. Estos se caracterizan por afirmar, sin abandonar su religión judaica, que el Mesías ya ha llegado, que vino hace unos dos mil años y que era Jesucristo.

Los judíos de origen parten de una sociedad bastante aséptica, en el sentido de falta de creencias. La mayoría de ellos no practican la religión de sus antepasados. El Estado hebreo se comprometió, según una ley de 1967 a preservar los Santos Lugares. Como era de esperar (recordemos el efecto “oveja negra” que consiste en una mayor agresividad hacia los disidentes que provienen del mismo grupo) son los cristianos mesiánicos, ya unos cien mil, los que padecen una agresividad mayor por parte de su propia comunidad de origen y por algunas instituciones del estado, que limitan sus expresiones públicas.

El Estado de Israel es, aparentemente pluralista, con presencia de diputados árabes en la Asamblea Legislativa, incluso uno de los componentes del Tribunal Supremo es católico. Sin embargo, hay ciertas restricciones. Por ejemplo, sólo los ciudadanos de origen judío pueden pertenecer a las Fuerzas Armadas.

En Jerusalem hay procesiones ortodoxas. Son frecuentes los incidentes con los elementos más integristas, o ultraordodoxos, del judaísmo. Muchos de estos ciudadanos escupen al suelo mientras presencian esa demostración de fe. En el año 2004 un militante ultraortodoxo (en el sentido de sionismo extremista) escupió a una cruz. Fue abofeteado por el “Pope” ortodoxo y se produjo un gran tumulto. A finales de ese mismo año fue asaltada una iglesia durante la noche de Navidad. Cada vez son menores los permisos para residentes cristianos y más elevados los impuestos que tienen que pagar las comunidades religiosas no hebraicas. De unos 30.000 cristianos en la ciudad en 1948 se ha pasado a unos 10.000 en la actualidad.

Por supuesto, la situación es muchísimo peor en la zona controlada por la Autoridad Palestina: En la zona de Gaza existían unos 3000 cristianos y 1.500.000 musulmanes. Unos 2000 cristianos habrían abandonado la zona, tras la advertencia de las autoridades de Hamas, animando a matar judíos y cristianos hasta que no quede uno solo en su territorio. Por supuesto, las construcciones de nuevas iglesias están prohibidas.

En Belén los cristianos han pasado de ser mayoría a tan sólo un 20-25% de la ciudadanía. Son hechos destacados la ocupación de un monasterio ortodoxo para convertirlo en residencia oficial del líder de la Autoridad Palestina y el asalto a la Iglesia de la Natividad en el 2002. como consecuencia, también en Cisjordania la población cristiana se ha reducido drásticamente y, si bien la agresividad hacia los cristianos es menor que la de Hamas, se asemeja bastante a la habitual en el mundo árabe. No hace mucho, más de un 18% de la población era cristiana. Ahora se sitúan entre un 4 o un 5%.

En resumen, los cristianos de Israel viven un clima de hostilidad, expresada con mayor o menor intensidad. Las restricciones impuestas han logrado disminuir su población tanto en Jerusalem, como en los territorios dominados por la Autoridad Palestina y Hamás. Sin embargo, la inmigración, y la propia conversión desde el judaísmo crea perspectivas nuevas en Israel, pero teniendo en cuenta la actitud actual de las autoridades, y de los grupos ultraordoxos judíos, esta situación puede dar lugar a múltiples tensiones en los próximos años.

Lamentablemente, han pasado casi novecientos años y todavía estamos sufriendo una situación de persecución similar a la sufrida por los creyentes cristianos en la época de las cruzadas, con la lamentable diferencia de que la cobarde Europa del relativismo y de la degeneración moral actual, ya no es paladín de la justicia y de la cristiandad que fuera en otros tiempos. Eso lo sufren nuestros hermanos en el mundo entero

Miguel Angel Pavón Biedma
Coloborador Asociación Cruz de San Andrés

PERSECUCIONES RELIGOSAS. OCTAVA PARTE. TIERRA SANTA.

PESECUCIONES RELIGIOSAS. OCTAVA PARTE. TIERRA SANTA.

TIERRA SANTA SE QUEDA SIN CRISTIANOS.

By Gary Lane.
CBN. NEW.

Jerusalén, Israel.

Viernes, Agosto, 13, 2010.

En Irak y otros países están huyendo del Medio Oriente debido a la persecución, la violencia y las dificultades económicas. Pero tal vez el éxodo más alarmante está ocurriendo en Tierra Santa, la misma cuna del cristianismo.
Tierra Santa es lugar de conflicto y discordia. Un lugar con portones de seguridad y puestos de control…Una tierra donde tres religiones: cristianismo, islamismo y judaísmo se cruzan.

“Nuestra fe comenzó en este país y es aquí donde comenzó la esencia del cristianismo”, comenta Steven Khoury de la Iglesia Bautista Calvario.
Sin embargo es un lugar donde la minoría cristiana está desapareciendo.
Rani Espionoli, Cristiano palestino comenta: “Se siente como que alguien te está ahorcando y no tienes salida. Necesitas salir de aquí y encontrar algo más”.
Persecución a cristianos.

Esta es la Vía Dolorosa. Miles de peregrinos cristianos vienen cada año a recorrer el camino de Jesús y visitar otros sitios sagrados del cristianismo. ¿pero qué de los cristianos que viven aquí? Muchos se están yendo y eventualmente este podría ser como un Disneyland cristiano – un lugar para visitar, pero sin presencia cristiana.
Es una tendencia alarmante ya que 45 mil cristianos vivían en Jerusalén en 1940, actualmnte hay menos de 10 mil.

De Jerusalén a Belén, cuna de Jesús, los números son sorprendentes. Los cristianos se van por miles.

Los que aún viven en Israel, Gaza y la Franja Occidental suman sólo 150 mil – menos del 2% de la población.

Brian Bush preside la Fundación Cristiana por Tierra Santa.

“Si este éxodo continúa, ¿quién quedará en las casas de alabanza aquí? No hay voces que alaben a Dios, sólo son rocas y monumentos vacíos, será una tragedia que no haya una iglesia viviente”. Comenta Bush.


¿Y por qué se van?.

Rani Espionoli, un cristiano palestino que trabaja en Nazaret, donde creció Jesús, comenta que algunos de sus amigos cristianos han sido asaltados, y que sus carros y casas han robadas.

Alguna gente ha sido perseguida física y verbalmente. Esto se está poniendo más duro. No sólo en la Franja Occidental y Gaza, también se está moviendo a los cristianos en el norte, en Jerusalén y en el área de Galilea”, añade Espionoli.
Dos de los peores incidentes en esta tierra fueron cuando radicales islámicos asesinaron al administrador de una librería cristiana en 2007… y menos de un año después, el joven mesiánico Ami Ortiz milagrosamente sobrevivió un ataque con bomba por un extremista judío.

Otro ataque, menos problemático, pero si en repetidas veces, son los ataques contra la Iglesia Bautista Calvario en Jerusalén.

El pastor Steve Khoury dice que los rótulos de la iglesia fueron arrancados y los feligreses acosados. Pese a la presión constante, él está determinado a perseverar.
"Dios te pone en el lugar correcto, en el tiempo correcto, por la razón correcta. Debemos quedarnos mientras más cristianos se van, debemos permanecer. Alguien debe hacerlo” dice Steven.

“No es persecución”- Obispo Twal - Patriarca de Jerusalén.
El líder de la Iglesia Católica en Jerusalén, el Obispo Twal comenta que no es persecución, la razón por la cual los cristianos se van, ésto es más una consecuencia de la mala situación y de los conflictos que enfrentan a árabes y judíos , ya que ellos están en medio.

“No sufren persecución religiosa pero sí ocupación y un conflicto político de 60 años que no tiene fin a la vista. Los cristianos palestinos regresarán cuando haya paz” añade Twal.

Mientras, grupos como la Fundación Cristiana para Tierra Santa trabajan para mantener a los cristianos aquí. Algunos se van por falta de empleo.

Algunos obreros cristianos se quedan, como es el caso de Ashraf: "Veo cristianos de todo el mundo venir, pero yo nací aquí y decidí quedarme aquí y enseñar a mis hijos lo que significa para nosotros como cristianos", añade Ashraf.

Trudy Navuurs del Convento Hermanas de Nuestra Señora de Sión comenta que tener trabajo es un incentivo para quedarse, pues es gente orientada a la familia y realmente no quieren irse.

El Obispo Twal dice que los cristianos del mundo deben motivar a los cristianos palestinos a quedarse.

"Pueden encontrar trabajo en otras partes pero nunca encontrarán otra Tierra Santa, nunca encontrarán sus raíces religiosas. Sólo aquí tenemos nuestras raíces", dice el Obispo Twal.

Por su parte, Brian Bush agrega que si quitamos a los pacificadores, no sabríamos quien sería la luz de Dios y quién traería el amor de Dios a esta gente.

Este tipo de persecuciones administrativas, así como otras económicas está teniendo como resultado que el número de cristianos en Tierra Santa, la tierra de Jesús, controlada por el Estado de Israel, haya disminuido drácticamente desde 1948 hasta ahora, cuando la lógica de su crecimiento biológico es la contraria.

Cuestiones como estas, de las que las noticias citadas son sólo ejemplos paradigmáticos, hacen más necesario que nunca volver a revindicar un Estatus Internacional de Tierra Santa y que ésta deje de estar sometida a Estados, los cuales, además, no actúan neutralmente sino atacando los intereses de los cristianos, principalmente por sectarismo ideológico y prejuicios religiosos contra la Iglesia.

PERSECUCIONES RELIGOSAS. SEPTIMA PARTE. EL ISLAM.

PERESCUCIONES RELIGIOSAS. SEPTIMA PARTE. EL ISLAM.

En los países musulmanes también existe persecución religiosa de cristianos en especial de católicos. Mientras que el 99,9 % de los musulmanes que viven en occidente cristianos, tiene una vida en paz, en los países musulmanes, del Islam, los cristianos, en especial los católicos son perseguidos por su fe en Jesús Cristo.
Todos los cristianos fueron expulsados del país hace más de 1.300 años, cuando el Islam se convirtió en la religión dominante.
Está prohibida la impresión, la posesión y distribución de cualquier material religioso no musulmán. En Arabia Saudí incluso a los expatriados no se les permite reunirse para el culto que no sea suní.


Arabia Saudí.


Uno de los países que registra mayores abusos contra la libertad de religión es Arabia Saudí, guardián de los lugares santos islámicos de La Meca y Medina. Arabia Saudí prohíbe todas las demás religiones. Un musulmán declarado ´culpable´ de convertirse al cristianismo puede enfrentarse a una sentencia de muerte por apostasía.

Hablar mal del Islam en Pakistán acarrea la muerte. Ser cristiano en Sudán asegura una plaza "forzosa" en el ejército. Catorce estudiantes de la Universidad Nasser de Trípoli (Libia) tuvieron la mala idea de convertirse al cristianismo. Hoy se enfrentan a un juicio.

El caso de Arabia Saudí es uno de los más clamorosos del mundo. "No existe libertad de religión en Arabia Saudí", sentencia a las bravas el informe del Gobierno estadounidense refiriéndose a su país aliado. Están prohibidas las manifestaciones religiosas de cualquier religión que no sea la islámica; los misioneros tienen vetada la entrada en el país, y recientemente fueron detenidos unos pastores protestantes por repartir biblias y folletos religiosos.
Todos los cristianos fueron expulsados del país hace más de 1.300 años, cuando el Islam se convirtió en la religión dominante.

Está prohibida la impresión, la posesión y distribución de cualquier material religioso no musulmán. Incluso a los expatriados no se les permite reunirse para el culto que no sea suní.


El drama de los cristianos en Sudán.

Sudán, el país más extenso del continente africano, vive desde su independencia en 1956 una situación de conflicto interreligioso, que ha ido aumentando década tras década, hasta haber llegado en la década de los noventa a una situación insostenible, condenada repetidas veces por la comunidad internacional.
Desde su independencia, el país ha tenido la aspiración de convertir todo su territorio en tierras del Islam. El proceso de arabización e islamización han sido constantes y prueba de ello fue la introducción de la Ley Islámica en 1983 por el Presidente Nimeiri. El hecho originó una guerra civil que perdura hasta hoy y que ha ido in crescendo provocando muerte y destrucción, sobretodo a partir del golpe de estado llevado a cabo por el ejercito sudanés en junio de 1989 y respaldado por el líder de los "Hermanos Musulmanes", Dr. Hasan Al-Turabi, "eminencia gris" del régimen.

A pesar de que la Constitución señala que Sudán es un país multirreligioso, en la práctica el gobierno trata al Islam como a la religión del Estado.
Ha iniciado un proceso de radical arabización e islamización de todo el territorio nacional, siendo esto uno de los mayores y más importantes objetivos de la revolución. Así pues, las minorías cristianas y otras minorías han sido duramente perjudicadas, lo que ha originado la reacción de los obispos católicos, quienes en la Carta Pastoral La Verdad os hará libres (26) condena al gobierno por su campaña discriminatoria de islamización y ejecución de la Ley Islámica, que está llevando al país a la desarmonía y a obstaculizar una verdadera, justa y duradera paz en Sudán.


La yihad.

Otro obstáculo para la paz ha sido la proclamación de la guerra santa (yihad) contra el sur del país en 1992. A esto, ha colaborado la creación de la Fuerza de la Defensa Popular (PDF), a finales de 1989, con la concreta finalidad de convertir todo el territorio sudanés en un estado islámico de inspiración fundamentalista, cuyo artífice fue Hasan Al-Turabi, y quien pretende imponer el fundamentalismo islámico puro y duro en Sudán para luego extenderlo a otros países de África y del mundo.

Lógicamente, este nuevo Gobierno sudanés ha ocasionado una clara y abierta persecución de los cristianos, convirtiendo la guerra civil del Sudán en una auténtica guerra de religiones. Esta situación ha llevado a los obispos a publicar una serie de cartas pastorales en apoyo de las comunidades cristianas y acusando abiertamente al gobierno por su política discriminatoria contra las minorías cristianas en el país. Digna de mención es la carta pastoral La verdad os hará libres y Unidos y Fieles en donde se exhorta a los cristianos a permanecer fieles a su fe a pesar de la situación de persecución, con la escalada de la guerra santa en el Sur, la destrucción de campos de refugiados, restricciones de ayuda humanitaria, arrestos arbitrarios, detenciones, torturas, expulsión de sacerdotes y religiosos de sus puestos de trabajo, cierre de iglesias y centros de actividades eclesiásticas, proceso de arabización e islamización, etc. Situación ésta, que no favorece el proceso de paz, cada vez más alejado, a causa de la violencia y de las restricciones de los más fundamentales derechos humanos.


Testimonios cristianos.

"El fundamentalismo islámico es de por sí violento. Estos violentos están dispuestos a todo, también a ataques terroristas. Por eso, el fundamentalismo islámico alimenta el terrorismo e incluso la determinación a luchar (...). El elemento religioso es utilizado por los árabes musulmanes como excusa para combatir a los africanos: aquellos dicen que el Islam está amenazado por los infieles, a quienes llaman cristianos", sostuvo el Obispo de Yei, Mons. Erkolano Lodu Tombe.
La Guerra Santa continúa y casi diez años después solamente cabe decir que las consecuencias son nefastas: bombardeos aéreos contra poblaciones civiles, creando destrucción, trauma y muerte; acciones perversas de las milicias musulmanas que provocan asaltos, secuestros, esclavitud y violaciones; destrucciones, robos de casas y de propiedades; desplazamientos forzados de masas de gentes con millones de refugiados, etc.

El papel de la Iglesia .

La Iglesia católica siempre ha trabajado en un espíritu de coexistencia pacífica y de apertura religiosa. Desgraciadamente, la Iglesia siempre ha sido considerada como una iglesia extranjera, influenciada por los poderes colonialistas. Aún más, los cristianos se han encontrado entre dos fuegos: los árabes en el norte y la guerrilla en el sur.

El norte la considera como amiga y sostenedora de las guerrillas; por lo tanto, es enemiga del Sudán. Lo cierto es que la Iglesia se ha mantenido siempre al margen de cualquier ideología política y lo único que ha hecho es defender la justicia y la paz en el país. Con esta finalidad, se ha pronunciado repetidas veces en defensa de los derechos humanos, particularmente la libertad religiosa en Sudán.
La Iglesia católica subraya incesantemente que no es una Iglesia extranjera, sino sudanesa, y que su trabajo se orienta principalmente a:
•Defender los derechos de sus fieles como la libertad a practicar su fe;
•su derecho a no ser sometida al proceso de arabización e islamización llevado a cabo hasta hoy por el gobierno;
•defender a los cristianos sometidos a toda clase de persecución;
•promover la justicia, defender la dignidad humana y los derechos humanos denunciando continuamente las consecuencias devastadoras de la guerra civil en el sur.

La Iglesia cree en el diálogo, porque es esencial para alcanzar la paz y la reconciliación, subrayando que todas las partes tienen que colaborar, sobre todo el gobierno quien debe preparar el terreno para dicho diálogo de paz, un diálogo que el Gobierno ha prometido pero que no ha cumplido.


Derechos humanos y ley islámica.

El tema de los derechos humanos está en el ojo de la tormenta ya que se quiere imponer a toda la nación un modelo de estado islámico, basado en la aplicación de la ley islámica.

En las últimas décadas, la comunidad musulmana se ha esforzado por buscar una alternativa a la Carta Universal de los Derechos Humanos de 1948 por medio de otra Carta que fuera menos laica y más en línea con los principios de la religión islámica. Así surgieron la Declaración de los Derechos Humanos en el Islam (1981), la Declaración de los Derechos Humanos de El Cairo (1990), y la Carta Árabe de los Derechos Humanos (1994). Con ellas, los musulmanes intentan dar a los derechos humanos un fundamento confesional ya que todo derecho proviene de Dios.

Por otra parte, la aplicación de la ley islámica, como en el caso de Sudán, provoca no pocas críticas por parte de la comunidad internacional occidental. La visión cristiana/occidental ve en la aplicación de la ley islámica una serie de críticas contra violaciones de los derechos humanos más fundamentales:
•la pena capital por apostasía (ridda);
•las penas corporales (hudûd);
•y finalmente tres desigualdades: la superioridad del hombre sobre el esclavo, del musulmán sobre el no-musulmán, y del hombre sobre la mujer.

Todos estos elementos van en contra de los derechos humanos más fundamentales por lo que la aplicación de la Ley Islámica viola los derechos humanos y origina discriminación, en donde los cristianos sufren las consecuencias de un régimen totalitarista.

Obstáculos para el diálogo.

El fundamentalismo islámico sigue siendo un obstáculo para el verdadero diálogo.
De hecho, el Papa Juan Pablo II, en su exhortación apostólica Ecclesia in Africa, insta claramente: "Cristianos y musulmanes están llamados a comprometerse en la promoción de un diálogo inmune de los riesgos derivados de un irenismo de mala ley o de un fundamentalismo militante, y levantando la voz contra políticas y prácticas desleales, así como contra toda falta de reciprocidad en relación con la libertad religiosa".

En Sudán, esta reciprocidad en relación con la libertad religiosa, brilla por su ausencia por parte del Gobierno fundamentalista de Jartum; por eso la Iglesia sigue luchando por la justicia y la paz.

Este artículo se publicó gracias a la cortesía de Editorial Arbil.

Fuentes. Aciprensa.com

PERSECUCIONES RELIGOSAS. SEXTA PARTE. EUROPA Y AMERICA.

PESECUCIONES RELIGIOSAS. SEXTA PARTE. EUROPA Y AMÉRICA.

Tambien existe en la actualidad persecuciones religosas contra el cristianismo católico, en Europa y América, aun cuando se en menor grado y mas sutil que en otras partes del mundo.

Símbolos prohibidos.

En Europa occidental, AIN comentaba que Francia ha experimentado una nueva ola de secularismo, con la puesta en práctica de una nueva ley que prohíbe el uso de símbolos religiosos en las escuelas. Algunas autoridades locales en Alemania han puesto en práctica medidas similares. El informe indicaba que esta política está pensada para combatir la aparición del extremismo islámico. Pero, añadía, «estas disposiciones no parece que sean verdaderamente eficaces».

En Bélgica, el resurgimiento del antisemitismo parece deberse principalmente a la hostilidad antiisraelí por parte de los grupos de inmigrantes islámicos, más que por pequeños grupos o individuos neo-nazis.

En Grecia, donde la Iglesia ortodoxa goza del predominio, la Iglesia Católica, junto con otras denominaciones, es tratada como una institución privada. Durante las últimas elecciones, el arzobispo católico de Atenas, Nikolaos Foskolos, apeló a los candidatos, pidiéndoles el reconocimiento jurídico de la Iglesia y que se levantaran las restricciones aplicadas a los católicos. Entre estas restricciones están la necesidad de obtener el permiso del ordinario ortodoxo local para construir una iglesia.

En Turquía, el respeto por las minorías religiosas «sigue siendo totalmente insatisfactorio», indica el informe. Se niega de manera efectiva a los cristianos el acceso a los puestos institucionales civiles y militares, y es prácticamente imposible construir iglesias. Además, las confesiones no islámicas no tienen reconocimiento civil y no se les permite poseer nada. Un signo esperanzador tuvo lugar el 21 de junio del 2004, en que el primer ministro turco, Recep Tayyp Erdogan, recibió a los obispos católicos del país, que presentaron dos peticiones: reconocimiento jurídico para la iglesia, y la creación de un comité mixto para preparar y poner en práctica este estatus jurídico futuro.

El continente americano.

El informe indicaba que en general la Iglesia católica en América está libre de obstáculos legislativos. Cuba y Venezuela, sin embargo, son casos excepcionales y son citados por algunas violaciones de los derechos humanos básicos. Algunos países son citados por problemas debido a la hostilidad por parte de grupos locales a las actividades de organizaciones evangélicas. En Bolivia, por ejemplo, una multitud de nativos quechua destruyeron una iglesia evangélica en una remota aldea de los Andes.

El año pasado también se registraron ataques contra miembros del clero. En Brasil, tres misioneros fueron secuestrados. En Chile, un sacerdote italiano, Faustino Gazzieri, fue asesinado el 24 de julio en la catedral de Santiago. El asesino, Rodrigo Enrique Orias Gallardo, resultó ser un miembro de una secta satánica.

La situación de violencia y violación de los derechos humanos y religiosos en Colombia es extremadamente grave, indica el informe. Durante el 2004, más de 3.000 civiles han sido asesinados por razones políticas, mientras que al menos 600 han desaparecido y 2.200 han sido secuestrados. Entre las personalidades de la Iglesia secuestradas el año pasado se encuentra el obispo de Yopal, Misael Vacca Ramírez. La Iglesia católica ha establecido un programa pastoral de cuidado de los refugiados, y ha alcanzado acuerdos con las diócesis en los países fronterizos, especialmente las de Ecuador, adonde los campesinos han huido buscando auxilio. AIN comentaba que la Iglesia es la única institución presente en muchas zonas rurales y también tiene a su cargo las organizaciones no gubernamentales más importantes en el campo de los derechos humanos.

En Cuba la situación de la Iglesia católica es grave. El informe cita una entrevista del cardenal Jaime Ortega del año pasado, que lamentaba que el gobierno haya ignorado sistemáticamente las súplicas de la Iglesia. El cardenal explicaba que no hay una persecución material real de los católicos, sino una forma más sutil, que intenta relegar todas las actividades y manifestaciones religiosas a los márgenes de la sociedad y la política. La Iglesia, de hecho, no tiene acceso a la prensa. No se permite la enseñanza de la religión católica en las escuelas estatales. Y es imposible abrir colegios privados católicos.

En Guatemala, Mons. Álvaro Ramazzini, obispo de San Marcos, recibió amenazas de muerte debido a sus actividades de apoyo a los derechos del pueblo indígena que trabaja en las minas abiertas en la diócesis, informaba AIN. Posteriormente, el 31 de julio, un sacerdote diocesano, el padre Eusebio Manuel Sazo Urbina, fue tiroteado y asesinado en la capital. Algunas informaciones de medios relacionan su asesinato con la labor que realizaba de apoyo al desarrollo de esta comunidad, que ha sido vista con hostilidad por bandas criminales.

Fuente: Catholic.net